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Padre Jorge Bugallo L.C.

Amo la vida y lucho por ella, pero he perdido el miedo a la muerte

Una frase como esta salió de la boca de un hombre pocos días antes de morir. Es una de las últimas frases completas y legibles que pude escuchar de él, y que resumen quizá una vida. Estas fueron las palabras de Héctor Murillo, enfermo de cáncer, que días antes de Semana Santa, el 12 de abril por la tarde, dejaba a su esposa Sandra y a su hijo Leo, de dos años de edad recién cumplidos, en este mundo para irse al encuentro definitivo con Dios.
 

Éste no es tu lugar...- No sólo vale la pena: vale la vida

Nunca se me olvidarán las palabras que mi madre me dirigió cuando no quería regresar al seminario, a las puertas ya del inicio del noviciado. Verano de 1993, a tres días de marchar a Salamanca (España) para iniciar el noviciado con los Legionarios de Cristo. La situación en mi casa no era muy buena: problemas entre mis padres, problemas familiares y también problemas económicos, entre otros. Lloraba y lloraba porque no entendía qué pasaba. Hacía cuatro años desde que ingresé al seminario menor de Ontaneda, pasando por Moncada, ambos de la Legión de Cristo en España.

SEMPER ET UBIQUE SACERDOS: ¿Cuáles son los miedos del sacerdote?

Varias veces me han hecho esta pregunta, y aún con la poca experiencia de catorce meses en mi labor, no es complicado responder a esta cuestión. ¿Qué sientes los días previos a tu ordenación, y qué sientes ahora, catorce meses después?; ¿Cuáles son tus miedos? ¿Son los mismos que antes?
 
Resumo estas inquietudes en tres preguntas los así llamados “temores” del cura de hoy que, a mi modo de ver, reflejan al cura de ayer, al cura actual y posiblemente al cura de mañana: