El tema son los niños, Marcelo
Ya me he referido, en anteriores artículos, a la aberración de llamar matrimonio a lo que no lo es, a las uniones entre homosexuales. Esta agresión a una institución social, su célula básica, deberá ser resistida con todo. Una consecuencia de ella, aunque pudo evitarse, es el otorgamiento de la facultad –porque no es un derecho- de adoptar niños. Y éste es el tema, señor Marcelo Ebrad y Ministros de la Suprema Corte que, obnubilada su mente, han agredido, de paso, a la ciencia jurídica.