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Marcelo Ebrad

El tema son los niños, Marcelo

Ya me he referido, en anteriores artículos, a la aberración de llamar matrimonio a lo que no lo es, a las uniones entre homosexuales. Esta agresión a una institución social, su célula básica, deberá ser resistida con todo. Una consecuencia de ella, aunque pudo evitarse, es el otorgamiento de la facultad –porque no es un derecho- de adoptar niños. Y éste es el tema, señor Marcelo Ebrad y Ministros de la Suprema Corte que, obnubilada su mente, han agredido, de paso, a la ciencia jurídica.

¿Defender el “Estado laico”?

Las acusaciones del Cardenal Sandoval al Jefe de Gobierno del Distrito Federal y a los Ministros de la Suprema Corte de Justicia mexicana, utilizando una expresión coloquial también muy mexicana, de que el primero había “maiceado” a los segundos para que aprobaran la adopción de niños por parejas homosexuales, casadas conforme al deformado Código Civil para el Distrito Federal, generó un gran rasgadero de vestiduras, comenzado por Marcelo Ebrard.Lo que alegan los “ofendidos”, directos o indirectos, del gobierno de la ciudad capital, personeros de su partido y simpatizantes de