Hemos iniciado la Cuaresma
Con el rito de la ceniza hemos iniciado la Cuaresma. Ahora bien, recibir la ceniza no es un gesto mágico que nos proteja automáticamente del mal y nos traiga las bendiciones divinas. Es sólo un signo -eso sí muy vivo y profundo-, de lo que queremos vivir a lo largo de este tiempo litúrgico: Volver a Dios, pues Él es nuestro origen y nuestra meta. Efectivamente, de Dios venimos y a Dios estamos llamados a volver; hemos sido creados a su imagen y semejanza. La Cuaresma nos hace recapacitar que no hemos vivido del todo a imagen y semejanza de Dios, pues hemos pecado.