Lo mío es mío y lo tuyo... también
Generalmente, al igual que el cariño entre hermanos, los préstamos o robos temporales también son mutuos, por lo que en algunos casos existe un guardarropa comunal donde todo es de todos.
Lo malo viene cuando dos personas quieren ocupar el mismo espacio
dentro de los mismos pantalones de mezclilla, o cuando a ambos se les
ve padrísima la misma gorra.