Pasar al contenido principal

Alejandro Pronzato

Señor quítame tiempo

Señor quítame tiempo

 

Señor te he dirigido frecuentemente una oración
decididamente sin sentido:
te he pedido tiempo.
Mi jornada de veinticuatro horas, no me basta.

Necesito al menos seis horas más
para responder a todas las llamadas,
atender a los compromisos,
despachar el trabajo retrasado,
responder puntualmente a las cartas.