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S.J.

Resignación perfecta

        Resignación perfecta

        Señor, no sé que será de mí este día,
        pero estoy cierto de que nada puede sucederme
        que tú no hayas visto, decretado y ordenado
        desde toda la eternidad.
        Eso es suficiente para mí.
        Adoro tus impenetrables y eternos designios,