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Monseñor Braulio Sáez

Ser sacerdote hoy sigue siendo un don extraordinario

Mis queridos hermanos en el sacerdocio:
Paz en Cristo Sumo y Eterno Sacerdote.
Estamos al final del año Paulino, acontecimiento que estoy seguro cada uno lo ha vivido con diferente intensidad, sin duda ha sido un año de gracia para la Iglesia y para cada uno en particular. Pablo, el Apóstol que se encontró con Jesús en el camino de Damasco, nos enseña a ponerle a Él como centro de toda nuestra vida y poder decir: “para mí la vida es Cristo” y como él mismo lo afirma “todo lo demás” pasa a segundo lugar.