Bartolo Longo: de espiritista a santo
Corre el año 1863. Un joven de 22 años, Bartolo Longo, va a la ciudad de Nápoles para perfeccionar sus estudios de derecho. Con su mente despierta y su inteligencia profunda, aprende con rapidez y se mantiene abierto a todo tipo de lecturas y experiencias.
Encuentra a varios profesores que le orientan hacia ideas “liberales”. Lee a Renán, y la fe en Cristo se difumina. En el corazón de Bartolo crece un sentimiento de odio contra el Papa y contra la Iglesia.