El Papa tiene razón
El uso del preservativo, para controlar la extensión del sida, a priori y como solución recomendable en todos los casos, me parece desproporcionado y contraproducente. El querer imponer, a la fuerza, el recurso contraceptivo, para contrarrestar las consecuencias de un ‘uso’ irresponsable de la sexualidad, me parece arbitrario y relativista