Queridos ateos
Queridos ateíllos: yo, de principio, hubiera hecho una campaña del tenor siguiente: Probablemente, Dios existe, deja de preocuparte y disfruta de la vida. Porque me da la impresión de que los preocupados, sufridos y malheridos por la vida sois vosotros. Yo disfruto muchísimo de cada momento, de cada día... Lo vivo como si fuera el último, precisamente porque le he encontrado a esta existencia su sentido verdadero, entregándome, y amando, porque he recibido mucho de mi Padre Dios y, en la medida de mis posibilidades, trato de corresponderle.