Vivimos de milagro
Con la aparición del virus A/H1N1 la sociedad mexicana y todas las naciones se pusieron en movimiento. La señal de alerta frente al peligro de lo que se temió fuera una pandemia incontrolable, obligó a la adopción de medidas higiénicas y preventivas sin precedente, que lo mismo ocasionaron fuertes temores en algunos que cierta incredulidad e indiferencia en otros. En cualquier caso, lo importante era preservar la vida y evitar un contagio masivo que derivara en miles de muertos.