Madre, Señora de la Vida
Madre, Señora de la Vida
Madre, gracias por ser Estrella, ser Luz, y Guía, en la noche del pesebre, en la noche del silencio y de la oscuridad.
Señora de la Misericordia ayúdame a peregrinar hacia la Cruz, protege mis pasos y serena mi esperanza.
Madre de los que nada tienen, cuídame en la soledad, ensancha mi pecho esquivo y ruega al Espíritu Santo me haga perseverante con su gracia.
Señora del Amor, ternura de los pobres, que minado en la soledad se fortalezca mi espíritu con el milagro de la fe.