Gracias Señor 1
Gracias Señor
Yo me abandono ¡oh Dios! en tus manos.
Toma este barro y trabájalo
como arcilla entre las manos del alfarero
dale una forma y después, rómpela, si quieres
como es despedazada la vida de tantos hermanos.
Pide, ordena ¿Qué quieres que haga?
¿Qué quieres que no haga?
Ensalzado o humillado, perseguido,
incomprendido,
calumniado, alegre o triste,
o inútil para todo, sólo diré,
a ejemplo de tu Madre:
"Hágase en mí según tu palabra".
Dios Mío
Por la Alegrìa de la mañana, bendito seas.
Por la neblina de los campos, bendito seas.
Por la tierra que despierta y por el joven sol,
Bendito, seas por siempre, Señor.
Por el ardor del medio dìa, bendito seas.
Por el frescor de los manantiales, bendito seas.
Por los bueyes y tractores que labran la tierra
Y por la paz de los pueblos,
Bendito seas por siempre, Señor.
Amen.
Tu eres el Hijo de Dios que te hiciste hermano y amigo nuestro.
Gracias, Jesús porque me quieres.
Tu viniste a enseñarnos el camino del cielo
Tu viniste a salvarnos del pecado y de la muerte.
Tu viniste a decirnos que Dios es un Padre que nos ama.
Tu viniste a enseñarnos a construir un mundo mas digno del hombre.
Tu viniste a animarnos y hadarnos fuerza para ser mejores.'
Enséñame, Señor a decir: ¡Gracias!
Gracias en distintos idiomas,
gracias a las distintas personas
pero, sobre todo, Señor,
gracias porque... ¡existes!
Gracias por tu Eucaristía,
Creo, Señor, haz que crea con más firmeza;
espero, haz que espere con más confianza;
amo, haz que ame con más ardor;
me arrepiento, haz que tenga mayor dolor.
Te adoro como primer principio;
te deseo como último fin;
te alabo como bienhechor perpetuo;
te invoco como defensor propicio.
Dirígeme con tu sabiduría,
átame con tu justicia,
consuélame con tu clemencia,
protégeme con tu poder.
¡Si comprendieras el don de tu vocación...!
Yo te he elegido de en medio de mi pueblo
para proclamar, a tiempo y a destiempo,
una Palabra que te supera y que no te pertenece;
jamás creas que posees la Verdad:
limítate a intentar humildemente
dar testimonio de ella lo menos mal posible.
“Que sea tarea de amor pastorear al pueblo de Dios”
Oh, Jesús, Sacerdote Eterno, Divino Sacrificado, Tú que en un impulso
de incomparable amor a los hombres, Tus hermanos, hiciste brotar de
Tu Sagrado Corazón el Sacerdocio cristiano, dígnate continuar
derramando sobre Tus ministros, los torrentes vivificantes del Amor
Infinito.