¡Sal de la rutina!
La familia es el pilar de la sociedad y la escuela más efectiva para aprender los valores humanos y cristianos. El núcleo familiar puede enriquecerse de manera constante para que cumpla su misión dentro de la sociedad y de la Iglesia. Para esto, ofrecemos tres fórmulas que pueden ayudarles: poner a Dios en el centro; desempolvar las relaciones intrafamiliares y asignar a la familia su verdadera jerarquía.
1.Colocar a Dios como el centro de la propia vida familiar