Eufemismos
Está claro que en nuestro ambiente sobrepasamos los eufemismos, y llegamos convertir las realidades feas o malas, en bonitas y buenas, con el viejo truco de cambiarles de nombre, creando un lenguaje social, por un supuesto respeto a la libertad de los demás. Así también solemos ridiculizar a otros cuando nos molesta el buen ejemplo que nos dan. Por ello llamamos:
A la infidelidad matrimonial: "Amistad"
A fornicar: "Hacer el amor"
A difamar: "Tener tema de conversación".
A la cobardía: "Prudencia"