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El obsequio de la fe

 El obsequio de la fe

Para quienes gozamos de la fe en Dios, la vida adquiere una luz especial. La realidad, siendo la misma ante creyentes y ateos, es muy distinta para unos y otros. Para quienes no creen en Dios nuestra fe es un mecanismo de defensa frente a lo que no podemos entender; es un refugio donde curar nuestras angustias; es una fuerza, sin entidad real, que nos mantiene de pie. Por eso -deducen- existen tantas religiones.