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Saber escuchar

Saber escuchar

“Te pago tu tiempo”

La recepcionista del elegante consultorio hizo pasar a la pequeña paciente y la presentó:

- Doctor, aquí tiene una paciente muy especial.

El doctor vio con ojos de asombro a la niña y luego se fijó en la sonrisa cómplice de la recepcionista.

- ¿Qué haces aquí?, no tengo tiempo para atenderte, estoy trabajando-, le dijo el sabio médico a la niña, un poco molesto.

- Papá, yo pagué tu tiempo, junté lo que me das para el colegio para que me escuches porque en casa siempre dices que estás muy cansado.