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posesión diabólica

Mención de la Virgen María en un exorcismo

En la instrucción de la beatificación de San Francisco de Sales, declaró como testigo una de las religiosas que le conoció en el primer monasterio de la Visitación de Annecy. Refirió que en una ocasión llevaron ante el obispo de Ginebra (Monseñor Carlos Augusto de Sales, sobrino y sucesor de San Francisco en la sede episcopal) a un hombre joven que, desde hacía cinco años, estaba poseído por el demonio, con el fin de practicarle un exorcismo.

El mundo angélico y demoniaco

Conocemos del mundo angélico lo que conocería un topo del mundo humano al sentir las trepidaciones y ruidos de los humanos. Nos parece que lo material es variado y colorido, puede ser rugoso, suave, deslumbrante, húmedo o gelatinoso, frío como el acero o ardiente como la lava, lleno de olores y matices diversificados en un sinfín de sensaciones. En definitiva, el mundo material nos parece variado y cambiante. Sin embargo, el mundo angélico nos parece muy reducido, vaporoso y monocolor. Algo que roza el aburrimiento.

Mentalidad científica & religiosa

Mentalidad científica & religiosa

Es una característica de las mentalidades precientíficas el achacar a fuerzas mágicas los hechos que se derivan de causas naturales. Digo que es una característica, y quizá debería decir que es la característica de la mentalidad precientífica. La característica por antonomasia, la característica que define ese tipo de mentalidad.

La medalla de San Benito

Dada la gran difusión que tiene entre los exorcistas de la medalla de San Benito voy a explicar su simbolismo e historia. La medalla presenta, por un lado, la imagen del Santo Patriarca, y por el otro, una cruz, y en ella y a su alrededor unas letras que son las letras iniciales de una oración, que dice así:

Crux Sancti Patris Benedicti

Cruz del Santo Padre Benito

Crux Sacra Sit Mihi Lux

Mi luz sea la cruz santa,

Non Draco Sit Mihi Dux

No sea el demonio mi guía

Vade Retro Satana

¡Apártate, Satanás!

Los nombres de los demonios

La gente suele creer que las palabras diablo y demonio son sinónimos, y como tales los usa. Pero la Sagrada Escritura no usa la palabra estas dos palabras como sinónimos. Por lo que dice la Biblia del Diablo, éste es un espíritu muy superior al resto de jerarquías demoníacas. La palabra Diablo o Satán o Beelzebub siempre son usadas en singular, así como sus otras denominaciones equivalentes (la Serpiente, el Dragón, etc). Mientras que la palabra demonio aparece unas veces en singular y otras en plural.

El pecado de los demonios

Al hablar del pecado de los demonios es imprescindible trascribir las páginas de una monja concepcionista del siglo XVII, la Venerable Sor María de Jesús de Agreda (1602-1665+), quien afirmó haber recibido revelaciones sobre este punto. La obra donde se habla de estas revelaciones fue titulada La Mística Ciudad de Dios. No deja de ser sorprendente meditar estos párrafos escritos por una humilde monja que jamás cursó estudios de teología.

La tentación demoniaca de la noche oscura

Ponemos a continuación un fragmento de la obra Decenario del Espíritu Santo de la mística Javiera del Valle, mujer santa extremeña que murió en 1930. Sus palabras sobre este tema son tan claras como profundas: Cuando el alma se resuelve a no querer nada si no es el seguir a su amado Redentor, y poniendo en El fija su mirada con el único fin de hacer por El, si pudiera lo que ve que ha hecho y sufrido por ella su adorable Redentor, enfurecido Satanás, prepara una gran batalla y a ella trae todo su ejército infernal.

Zoología y demonología

Podríamos decir que existe un cierto paralelismo entre la zoología y la demonología. Pues aunque cada ser angélico es completamente distinto de otro, ya que agota su forma 2 . Sin embargo, es posible englobarlos en grandes grupos. Es decir, imaginemos que de cada especie de mamífero existiera un único ejemplar: un solo ciervo, un solo gamo, un solo caballo, etc.

Psiquiatría y posesión diabólica

    Introducción


    La convocatoria de esta reunión científica me parece muy puesta en razón. Se ha dicho que estamos en la "sociedad de la comunicación" y, sin embargo, hay muchos sectores en el ámbito disciplinar que no se han abierto al profundo, fecundo y necesario diálogo con los especialistas en otras materias. A causa de esta incomunicación, nadie gana y todos pierden.