Sociedad gel
Cuando era joven (o sea yo, no usted), los muchachos solíamos tener parámetros de diversión bastantes diferentes a los de las nuevas generaciones con sus “Nintendos”, “Lap-tops” y “I-pods”. No era raro que nosotros fuéramos capaces de meternos en una alberca de agua verde. No estoy exagerando, pues aunque el asco hacía acto de presencia, el deseo de aventura lo superaba. En una de esas ocasiones un amigo comenzó a pegar de gritos y salió de la alberca sacándose del traje de baño una culebra.