Nuestros impuestos están trabajando
Esta frase, ya antigua, fue el fruto de la “creatividad” de algún publicista del Gobierno para convencernos de que el dinero que pagamos en los impuestos estaba siendo bien empleado. La frase empezó a adornar artículos, obras en construcción, discursos, etc. Claro, como era de esperarse, la frase fue rápidamente tomada a chunga. Primero, en aquellas épocas de escasa democracia, nuestros gobernantes eran impuestos, no electos. De ahí que fuera tan fácil darle doble sentido a la frase.