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señores

¿Simples hombres o auténticos señores?

Frecuentemente mantengo charlas con personas quienes me plantean problemas de diversas envergaduras. Claro está que, como sacerdote, los temas que puedo escuchar para dar un consejo -que no orden, por supuesto- son muy variados. Dichos asuntos pueden recorrer sendas como las dudas sobre verdades de fe, la moralidad de algunas acciones, la honestidad en asuntos profesionales, así como problemas familiares, de amistad, de noviazgo, y muchos más.