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fundamentalismo

Laicismo, Fundamentalismo y Cristianismo

El pensamiento contemporáneo con frecuencia recela de la religión; la considera un peligro latente, porque ve en ella propensión al fanatismo, a la intolerancia, cuando no a la violencia. El laicismo ha nacido como una manera de protegerse de los efectos perniciosos de la religión. Ahora bien, la religión así entendida es solo un fantasma, nada tiene que ver con la religión como dimensión humana natural y básica; son de temer las patologías de la religiosidad, como el fundamentalismo. No es sano ni justo definir una especie por el caso atípico, irregular o enfermo.

Fundamentalismo laicista

El fundamentalismo laicista es radicalmente hostil a toda relevancia familiar, cultural y social de la religión y trata de imponer una forma enfermiza de filosofía estatal, agnóstica, con el fin de cortar las raíces culturales e históricas de continentes enteros. Afortunadamente, los mismos estamentos sociales –familias, academias, asociaciones, etc.- se oponen pacífica pero tenazmente a esa dictadura, y lucha para que se respete el derecho a la libertad religiosa, proclamada en el artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.