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Holanda

Pederastia y zoofilia en Holanda

Cuando las aguas de un río se desbordan, rompiendo todas las barreras, no hay fuerza humana capaz de encauzarlas de nuevo y la catástrofe se enseñorea por doquier.

El agua tan necesaria para la vida de los campos y de los hombres, al desbordarse se convierte en vehículo de destrucción y muerte.

Lo mismo pasa con la fuerza de la sexualidad humana. Usada en sus justos cauces naturales y de la ley de Dios, es instrumento de vida, reproducción y felicidad para el hombre, la familia y la sociedad.