¿Comulgar sin confesarse... en caso de incendio?
¿No le resulta familiar el consejo de leer bien las cláusulas de un contrato o de cualquier documento antes de firmarlo? Pues bien, a pesar de que dicha advertencia resulta lógica, todos los días encontramos a mucha gente que se arrepiente de haber cometido ese error, y en buena parte se debe a que carecen de “la mentalidad jurídica”. Es decir, cuando se lee una cláusula, se debe leerla completa, entendiendo que las limitantes que aparecen en ellas pueden ser tan importantes como los beneficios que concede.