¿Sólo leyes y barreras?
A veces pensamos que el mundo será mejor con más leyes, con altas barreras llenas de alambradas, con policías eficaces, con cámaras de vigilancia omnipresentes, con jueces honestos, y con cárceles para todos los malvados.
Pero luego la vida nos enseña que el corazón de los hombres no cambia ni siquiera con amenazas ni con castigos.