Pasar al contenido principal

hora

La hora de la persecución

La hora de la persecución

Es hermoso, es de almas grandes, vivir con honestidad. Quien asume principios de justicia, quien vive según una ética verdadera, enriquece su existencia, promueve el bien entre los hombres, ofrece al mundo el tesoro de su ejemplo y de su amor.

Pero muchos se sienten incómodos ante la honestidad. Por eso, defender los principios éticos lleva no pocas veces a sufrir críticas, discriminaciones, ataques más o menos directos, o incluso la cárcel o la muerte.

La hora de los valientes

Sin alarmismos pero sin difuminar ni camuflar la realidad sociopolítica envolvente, podemos afirmar y constatar que los cristianos actuales en general y los españoles en particular, están viviendo su fe en parecidas y semejantes situaciones que los cristianos de los primeros siglos en Grecia y en todo el imperio romano.

En la hora del deceso

Hay en la vida de todo ser humano una realidad innegable que se nos impone nítida y apabullante desde que tenemos uso de razón. Es la consciencia clara de nuestra propia y personal finitud. Por ella nos distinguimos de los animales irracionales, que no tienen conciencia de su propia muerte.

La hora de la persecución

La hora de la persecución

Es hermoso, es de almas grandes, vivir con honestidad. Quien asume principios de justicia, quien vive según una ética verdadera, enriquece su existencia, promueve el bien entre los hombres, ofrece al mundo el tesoro de su ejemplo y de su amor.

Pero muchos se sienten incómodos ante la honestidad. Por eso, defender los principios éticos lleva no pocas veces a sufrir críticas, discriminaciones, ataques más o menos directos, o incluso la cárcel o la muerte.