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En nuestras manos

Nos impresiona pensar que alguien depende de nosotros, que su vida está en nuestras manos. Un niño pequeño, un anciano en situación de invalidez, un enfermo mental, nos necesitan, nos piden que estemos a su lado para ofrecer cariño, ayuda, comprensión.

Como un niño en las manos de Dios

Un niño se siente seguro cuando, a su lado, están sus papás. Puede correr, gritar, pelearse, caer al suelo. Tal vez un golpe abre una pequeña herida y la sangre se pasea por la rodilla. El niño se asusta, llora, corre a ver a su madre. Pronto un beso y un pequeño masaje, acompañado por las palabras "mi rey, no es nada", hacen desaparecen las lágrimas, y el niño vuelve a sus aventuras y su sueños.

En nuestras manos

Nos impresiona pensar que alguien depende de nosotros, que su vida está en nuestras manos. Un niño pequeño, un anciano en situación de invalidez, un enfermo mental, nos necesitan, nos piden que estemos a su lado para ofrecer cariño, ayuda, comprensión.