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verano

El viento en una tarde de verano

Un niño juega con el viento. Quiere atraparlo, pero se le escapa de las manos.

El aire ríe. Sabe que la niñez, como todas las edades, es algo fugitivo: huye para no volver más. La tormenta explota, en medio de los rayos y las sombras. Los pétalos de las flores caen veloces. El agua corre por las calles y las nubes se alejan después de haber bañado los montes y los valles.

Verano

Verano, tiempo de descanso, tiempo de arreglos, tiempo de viajes, o tiempo de trabajo. Una misma palabra nos pone ante mil sueños, planes, esperanzas más o menos realizables.

Hay quien vive el verano como un momento para romper con la monotonía de lo ordinario. Busca ansiosamente lo nuevo, lo atractivo, aquello que tanto se quiere hacer desde hace tiempo. Recorrer lugares nunca vistos, observar paisajes exaltantes, saludar a personas que viven de un modo distinto, quizá con otra lengua, en poblados donde no ha llegado, todavía, un cable eléctrico...

El viento en una tarde de verano

Un niño juega con el viento. Quiere atraparlo, pero se le escapa de las manos.

El aire ríe. Sabe que la niñez, como todas las edades, es algo fugitivo: huye para no volver más. La tormenta explota, en medio de los rayos y las sombras. Los pétalos de las flores caen veloces. El agua corre por las calles y las nubes se alejan después de haber bañado los montes y los valles.