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El mayor mal, el pecado

 

El mal más profundo, más destructor, más nefasto, más dañino que pueda afectar a un ser humano es el pecado.

No resulta fácil descubrir esta verdad en el mundo moderno. Si no tenemos una idea clara de quién es Dios; si no comprendemos la vocación profunda del hombre al amor; si no sentimos lo hermoso que es vivir como amigos de Cristo; si no aceptamos que somos seres espirituales y que nuestro destino eterno es el cielo... entonces el pecado no resulta un mal: simplemente no existe.

Tu mayor alegría: perdonar

¿Tu mayor alegría consiste en levantar al caído, curar al enfermo, limpiar al pecador, salvar al perdido. Por eso viniste al mundo: porque había tinieblas, porque dominaba el pecado, porque crecía la muerte. Buscaste a la oveja perdida, limpiaste el corazón herido, esperaste al hombre endurecido por la culpa, derramaste sobre él tu óleo de misericordia. Por eso sigues tras mis huellas, cuando camino por valles de muerte, cuando busco “vivir mi vida”, cuando dejo el amor para entrar en las tortuosidades del pecado egoísta y ciego. No me has dejado nunca, porque me amas demasiado.

El mayor mal, el pecado

El mal más profundo, más destructor, más nefasto, más dañino que pueda afectar a un ser humano es el pecado.

No resulta fácil descubrir esta verdad en el mundo moderno. Si no tenemos una idea clara de quién es Dios; si no comprendemos la vocación profunda del hombre al amor; si no sentimos lo hermoso que es vivir como amigos de Cristo; si no aceptamos que somos seres espirituales y que nuestro destino eterno es el cielo... entonces el pecado no resulta un mal: simplemente no existe.