Salud reproductiva
La ambigüedad terminológica puede convertirse con el tiempo en un arma de dos filos, en un engaño barato. Dicen que durante la segunda guerra mundial, en los campos de concentración alemanes, a aquellos que no eran aptos para trabajar, se les decía que los iban a llevar “a las regaderas”, y en efecto, eran regaderas, con su cebolla y todo, pero en lugar de salir agua, salía gas y los mataba. Algo semejante ocurría con el concepto de “limpieza étnica”, que implicaba el uso de una terminología soft para encubrir al más cruel de los genocidios.