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cansados

Que no se cansen los buenos

Señor, te pido por los buenos, los justos, los honestos, los misericordiosos. Que no se cansen, que no desesperen, que no se dejen abatir por los golpes de la vida.

Sí, Señor: necesitamos mucho de su ejemplo, de su entrega, de su amor sincero. Te lo pido de corazón: ¡que no se cansen los buenos!

Que no se canse la esposa o el esposo abandonado. Que sepa esperar, que no deje de rezar, que siente el bálsamo de tu consuelo, que tenga fuerzas para dar luz a un hogar que llora la ausencia de alguien muy amado.

Madre de los cansados

Madre de los cansados,
reina de los pañales,
las escobas y los panes
y el trajín de la cocina.
Todos los pobres la miran,
señora de la pobreza,
hoy le golpeamos la puerta
para pedir por favor
que la tenga siempre abierta
porque es mucha la aflicción.