Tú, mi hermano
Porque tuve hambre, porque tuve sed
y me diste pan, y agua de beber.
Porque anduve solo y me viniste a ver,
un poco de cielo pude conocer.
Porque andaba triste, cansado y con frío
y me diste alegre tu calor de amigo.
Porque me sanaste cuando estuve herido,
yo sentí en tus manos las de Jesucristo.
Yo te digo eres mi hermano,
tú porque supiste amar.
No es tiempo perdido
tiempo que se da,
no es tiempo perdido
tiempo que se da.