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siempre

Con la puerta siempre abierta

Cuando un hombre y una mujer se casan prometen fidelidad hasta la muerte. El “hasta la muerte” no hay que entenderlo sólo en sentido literal, como si uno dejase de ser fiel cuando el otro o la otra haya muerto. Se trata de algo mucho más profundo y difícil: hasta el sacrificio, hasta la renuncia total, hasta la pérdida del propio bienestar económico o social...

¿Matrimonio para siempre?

¿Matrimonio para siempre?

-Margarita: Siéntate y por favor pon mucha atención. Necesito decirte algo: ¡Quiero que nos divorciemos!

-¿Que qué?

-Que quiero que nos divorciemos.

- No entiendo... ¿Que dices...? No juegues. ¿Por qué? ¿Estás jugando verdad?

-Quiero que nos divorciemos porque te amo tanto que quiero casarme otra vez contigo.

Orar siempre

La recomendación evangélica “es preciso orar siempre y no desfallecer”(Lc 18,11) con frecuencia  resulta excesiva o inalcanzable, incluso a personas de gran fe y practicantes. Piensan que Dios exige dedicarle un tiempo, modo y lugar, exclusivo y propio  de  almas consagradas y contemplativas. Nada de eso.

Una madre está amando siempre a su hijo, no sólo con palabras y gestos, sino con la vida toda. He aquí la clave.

Para siempre

Lo ha dicho el Señor:
que vencerá a la muerte
para siempre.
Lo ha dicho el Señor:
que va a enjugar las lágrimas
de los rostros
para siempre.
Lo ha dicho el Señor:
para siempre.

Lo dijo el Señor
y le creemos.
Lo dijo el Señor
y lo veremos.

Lo ha dicho el Señor:
apartará el oprobio
para siempre.
Lo ha dicho el Señor:
alejará la pena de su pueblo
para siempre.
Lo ha dicho el Señor:
para siempre.

Siempre has sido tú

Siempre has sido tú
 

Jesús, me abriste tu puerta
para que entrara contigo
y en tu casa, deje de ser peregrino.

Jesús, en el amor he llegado a conocerte,
en tu misericordia a comprenderte
y en mi cruz, a quererte.

Siempre has sido Tú
quien habló primero,
compañero de tantos caminos
tus manos siempre se ofrecieron.

Siempre has sido Tú
quien amó primero,
quien cargó con mi cruz para ver
que no cayera al suelo.