El mundo no es un convento
A algunos nos da por olvidar lo inmediato y acordarnos de lo añejo, lo cual se conoce como reminiscencias, y con base en una de ellas les contaré una anécdota sin mayor trascendencia. Allá por el año 1967 tomaba un curso en un pueblito cercano a la ciudad del Aqüila, Italia, en el que coincidimos varios estudiantes de posgrado de diversos países.