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revolución

¿Viva la Revolución?

Si nos preguntaran qué festejamos esta semana, posiblemente diríamos que es por la revolución. Pero si nos preguntaran en que consistió la revolución, muchos de nosotros nos quedaríamos mudos. Se supone que la revolución tenía que traer democracia, justicia social, crecimiento económico. Leyendo a algunos periodistas, me encuentro con que parecería que nada de esto sucedió. Les cito a mi amigo Sergio Sarmiento en un artículo de hace unos años: ¿Queremos hablar de justicia social? No había estadísticas de distribución de la riqueza en 1910.

Todas las mujeres son iguales, pero unas son más iguales que otras

En la granja del señor Jones los animales no estaban felices con su tipo de vida así que un día se rebelan y expulsan a los propietarios. 

La revolución fue un éxito por lo que los planes a futuro se multiplican: aprender a leer, estudiar, vivir mejor, construir un molino, fomentar una sociedad donde no haya privilegios para nadie y se mantenga una igualdad de oportunidades, derechos y obligaciones para todos. 

La revolución sexual

Desde hace décadas se han producido fuertes cambios en el modo de presentar y de vivir la sexualidad. Esos cambios permiten hablar de una profunda “revolución sexual”. Intentemos presentarlos de modo ágil, para luego ofrecer una reflexión conclusiva.

Jesús, ¿Revolucionario o apolítico?

1. JESÚS INTERVIENE EN LA VIDA SOCIAL

La predicación de Jesús sobre el Reino de Dios no concierne sola ' mente a las personas, sino también al "mundo de las personas", es decir, a las relaciones humanas, a la vida social. En tiempos de Jesús los verdaderos dirigentes de la vida religiosa y social son, para la gente del pueblo, los es cribas y fariseos. Ellos son más temidos, e incluso respetados, que las fuerzas de ocupación romanas o el sumo sacerdote del Templo de Jerusalén.