Los derechos humanos, ¿secuestrados?
Ha ocurrido en el pasado y ocurre en el presente: las mejores realidades, los principios más nobles, pueden ser usados, manipulados y "secuestrados" para el mal.
Ha ocurrido en el pasado y ocurre en el presente: las mejores realidades, los principios más nobles, pueden ser usados, manipulados y "secuestrados" para el mal.
Los tribunales existen para impartir justicia. Pero en no pocas ocasiones, la sentencia de los jueces implica apartarse, con mayor o menor gravedad, de la justicia que se pretendía promover, si es que la sentencia no llega a convertirse en una forma sutil y no por ello menos grave de injusticia.
Podemos señalar, entre otras, tres causas que impiden que los jueces sean justos.