Carta del Prelado del Opus Dei (septiembre 2010)
Queridísimos: ¡que Jesús me guarde a mis hijas y a mis hijos!
Como todos los años, a mediados de este mes celebramos la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, que nos mueve a contemplar llenos de agradecimiento la maravilla de que tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo Unigénito, para que todo el que cree en Él no perezca, sino que tenga vida eterna[1].