Libertad, el arte de decidir
Libertad, el arte de decidir
A la muerte de Stalin, por primera vez se denunció en el Partido la crueldad del dictador: el secretario general del partido comunista, Nikita Kruschev, dijo en el Congreso como se había encarcelado y torturado a millares de opositores, se había deportado a tantos y tantos, muchos de por vida, en las prisiones de la helada Siberia. De pronto, una voz lo increpó: