Que no nos roben el Concilio
Que no nos roben el Concilio
Que no nos roben el Concilio
Sobre cualquier hecho se pueden dar cientos de interpretaciones.
Lo vemos en todos los ámbitos de la vida humana: respecto del pasado o del presente, del fútbol o de la vida laboral, de la política o de la religión.
A cierta edad los niños nos preguntan todo. Por qué llueve, por qué los perros olfatean la comida antes de comerla, por qué papá a veces no puede mantenerse en pie en casa, por qué la abuelita camina con un bastón, por qué me piden que coma todo lo que me sirven si los mayores comen lo que quieren... A veces nos darían ganas de taparles la boca o de mandarlos a jugar fuera de casa...
Antonietta Meo nació en Roma el 15 de diciembre de 1930. Muy pronto tuvo que sufrir lo indecible por culpa de un cáncer de huesos especialmente agresivo. No había cumplido 6 años cuando, el 25 de abril de 1936, le es amputada la pierna izquierda.
Con una pierna ortopédica pudo seguir yendo a la escuela, y se preparó con la ilusión propia de todos los niños a la primera comunión. Recibió a Jesús Eucaristía en la Navidad de 1936.
¿Qué siente Dios al posar sus ojos sobre nuestro planeta? ¿Qué hay en su corazón cuando ve la generosidad y el egoísmo, la honradez y la perfidia, la caricia y el cuchillo, el beso por amor y el beso lleno de vicio?
¿Qué siente Dios ante la guerra, la enfermedad? ¿No sufrirá al ver a una niña que es vendida en un prostíbulo, a un joven que destruye su vida y la de su familia con la droga, a un adulto incapaz de ser fiel a su palabra, a un anciano que es olvidado por los suyos?
Que no se cansen los buenos
Palestina, siglo I. Doce galileos acompañan a Jesús, un nazareno. Para ellos es un profeta. Hace milagros, predica con fuego, acaricia a los niños, limpia la conciencia del pecado.
Pasan los meses. Los fariseos rechazan a Jesús, lo persiguen y acosan con denuedo.
Jesús va a Jerusalén. Después de una cena íntima, densa, llena de misterios, el Maestro va a rezar al Huerto de los Olivos. Es arrestado, condenado a muerte, crucificado. Uno de sus seguidores le ha traicionado. Los otros escapan, huyen lejos.