San Vartano y sus compañeros santos
24 de febrero
Etimológicamente significa “falso amigo”. Viene de la lengua alemana.
Los hagiógrafos armenios narran que en aquellos tiempos, el emperador romano envió a su primo Vartan a Sanadrouk, rey de Armenia.
Había asuntos importantes que necesitaban una solución urgente. Le acompañaban en esta misión delicada cuatro altos funcionarios del imperio.
Su sorpresa fue mayúscula cuando encontraron en la misma corte real al apóstol san Judas que intentaba convertir al propio Sanadrouk.
Todos sus esfuerzos resultaban vanos. Sin embargo ellos cuatro se bautizaron y abrazaron la fe en Cristo. El rey armenio, en lugar de reaccionar de forma elegante, mandó que dieran muerte a san Judas.
Los emisarios abandonaron la corte sin ni siquiera despedirse. Buscaron un lugar en el que pudiesen vivir a fondo la fe que habían recibido. Tomaron la decisión de vivir los consejos evangélicos de pobreza, celibato y obediencia.
Este sitio lo hallaron al lado del río Eufrates. Todo lo confiaron a la Providencia de Dios, incluso los intereses del imperio.
Ellos se entregaron a la oración y a la agricultura. Tras unos años, les vino la idea de intentar nuevamente la conversión del rey armenio.
Y sin dilación, se pusieron en camino. Suspendieron el viaje porque se enteraron de que el rey había ordenado que mataran a todos los cristianos.
A la vuelta, tuvieron un gran consuelo humano y espiritual. Se encontraron con tres georgianos que iban a darle un homenaje a la reina de Armenia, su prima.
Vartano los convirtió y los bautizó con gran gozo para su alma. Estos jóvenes se unieron a los romanos para vivir como ellos. Vivieron felices hasta que el hijo de Sanadrouk los mató por no haber hecho la visita a la reina. También dieron muerte a los chicos romanos por haber hecho proselitismo. Murieron en febrero del año 155.