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Santos Evasio, Lope y Juan

Diciembre 2.

Significan “huir”, de la lengua latina; Lope ¿?, y Juan “Dios es misericordia”, de la lengua hebrea.

Jesús dice: “El que quiera servirme que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor”.

Brescia era una ciudad italiana floreciente en la observancia religiosa en el siglo IX.

Evasio llevó una vida muy activa, pero una actividad la suya que no descuidaba en nada su perfección espiritual.

Murió en el año 883.

Juntamente con él hay que refrescar hoy la memoria de san Lope, obispo de la encantadora ciudad de Verona en el siglo IV, y también – cómo no – al santo Juan de Ruysbroeck, llamado también el “admirable” durante los años 1293-1381.

Fue uno de los santos místicos de su tiempo. El místico es la persona que siente mayor intimidad con el Señor. Es quien tiene revelaciones, experimenta la alegría de tener éxtasis sobrenaturales y otras tantas maravillas que no son fáciles de entender para gente profana.

Quien tenga la oportunidad de leer sus obras, se quedará admirado por su densidad espiritual y su atractivo místico.

Estas obras son: “ Bodas Espirituales”, “ Los siete Claustros” y el “Libro de la Verdad”.

Tiene también otros muchos escritos en flamenco que han sido traducidos a todos los idiomas.

Y lo bueno es que se siguen leyendo.

Nació en Bruselas. Durante 20 años fue capellán de la iglesia de santa Gúdula.

Más tarde fundó una comunidad de canónigos a los que dirigió durante toda su vida.