Susana, Santa
Sobrina del Papa Cayo, 11 de agosto.
Etimológicamente significa “ lirio, azucena”. Viene de la lengua hebrea y árabe
Cuando un creyente pone su confianza en Dios y no en sus propias fuerzas, todo le sale bien, aunque le cueste.
Susana fue una mártir de los primeros siglos del cristianismo. Era tan bella y tan sabia – dice la leyenda – que Diocleciano quiso casarla con su heredero Maximino (+310).
Envió a dos oficiales para que consintiera con los deseos del emperador. Ella, con su gracia y con sus bellas palabras les dijo:"Soy cristiana y he hecho a Dios voto de virginidad".
Los tres emisarios, al ver la reacción de la chica, se quedaron alucinados. Le rogaron que los bautizase en nombre del Señor Jesucristo. Y los tres fueron decapitados juntamente con ella.
Susana era sobrina del Papa Cayo e hija de un sacerdote llamado Gabino.
El deseo del emperador de que fuera la esposa de su heredero, se quedo en agua de borrajas.
Hubiera consentido – todo lo más – si se hubiera convertido al cristianismo al que le prometían como su marido.
No la mataron de golpe. Le dieron un tiempo para que reflexionara en su actitud antiimperial.
Envió a muchos halagadores para que la convencieran. Ella, sin embargo, se mantuvo imperturbable.
La misma emperatriz llegó a tomarle mucho cariño. Por eso, cuando s enteró de que su marido la había mandado decapitar, fue a recoger su cuerpo, lo embalsamó y le dio sepultura. En la gruta que llamaban de los mártires.
El mismo Papa convirtió su casa en una bella basílica para recuerdo de la valiente joven y también como un lugar para que le diesen culto a su virtud.