Sofía o Sonia, Santa
Mártir, 30 de septiembre
Etimológicamente significa “sabiduría”. Viene de la lengua griega.
Cuando en la vida se sabe emplear la sabiduría para sentirse bien y hacerlo a los demás, la felicidad reina en el corazón de los creyentes y gente de buena voluntad.
Según la etimología griega Sofía se veneraba juntamente con las hijas de Pistis, Elpis y Agape, nombres que significan Sabiduría, Fe, Esperanza y Caridad.
Las cuatro murieron bajo el imperio de Trajano. Su biografía, no obstante, apareció en el siglo VI. El sacerdote Giovanni decía que sus cuerpos estaban con inscripciones latinas unas veces y otras con griegas.
Ya en tiempos del Papa Pablo I (760), los cuerpos de las santa mártires, sepultadas en la Via Aurelia, se los llevaron a la iglesia de san Silvestre en el Campo Marzio.
Sus nombres se introdujeron en el martirologio de Usuardo con fecha del primero de agosto, mientras que en 1500 Baronio los inscribió en el martirologio Romano pero haciendo una distinción: las tres chicas en agosto y el de la madre el 30 de septiembre.
Su fama se extendió tanto en Occidente como en Oriente, sobre todo en lo que respecta a Sofía.
Le levantaron muchas iglesias, entre las cuales destaca y sobresale la de santa Sofía en Constantinopla, santa Sofía de Salónica, santa Sofía de Bulgaria.
Dicen los comentaristas del arte que estos templos estaban dedicados más que a su persona a la Sabiduría Divina.
El culto de la madre y de las tres chicas Fe, Esperanza y Caridad tiene mucho más esplendor y arte en Oriente que en Occidente.
En Occidente Sofía es una madraza que protege a sus tres hijas. Sofía pasó después a llamarse Sonia en las iglesias de Rusia y Bulgaria.