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Santa Maura

Maura, Santa

Virgen, 22 de septiembre

Etimológicamente significa “ oscura”. Viene de la lengua latina.

Pedro escribe:” Mientras lo apedreaban, Esteban repetía esta invocación: Señor Jesús, recibe mi espíritu, no les tengas en cuenta este pecado. Y diciendo esto murió.

Estamos hoy ante la historia de una virgen del siglo IX.

Era hija de un noble llamado Mariano y de la rica Sedulia, y hermana de Eutropioo, el eminente prelado de Troyes.

Fue aquí en donde ella vivió. Su padre llevaba una vida disipada. Gracias a las advertencias de su hija, cambió de vida y se convirtió en un padre honrado y virtuoso.

Su hermano, que era sacerdote, había renunciado ya a su herencia. De esta manera, Maura disponía de una dote increíble.

No sabía qué hacer ante los cuatro novios que la pretendían.

Reflexionando en su vida futura, tomó la firme decisión de dejar a los cuatro plantados.

Prefirió entregarse al Señor antes que un hombre.

Los cuatro novios eran – para que nos entendamos – san Pedro, san Pablo, san Gervasio y san Protasio.

Les rezaba a menudo. Mantenía y sostenía las iglesias a ellos dedicadas.

Socorría a los monjes y monjas en la diversas misiones que llevaban a cabo.

Iba los martes y los viernes descalza y de rodillas a sus iglesias. Y esos días tomaba solamente agua.

Prudencio, obispo y biógrafo de Maura, afirma que era muy querida porque hacía muchas curaciones de la vista.