María Mackillop, Santa
Fundadora, 25 de mayo
Etimológicamente significa “ princesa de las aguas”, en lengua siria, y “espejo”, en lengua hebrea.
Estás ante la primera joven australiana que ha subido a los altares por su santidad de vida.
Vino al mundo en el año 1842 y murió en 1909. Juan Pablo II la canonizó en 1995.
¿Quién fue esta joven?
Tuvo la dicha de encontrarse con un sacerdote que supo dirigir todos sus impulsos humanos y espirituales. Fruto de esta acertada dirección y, bajo la influencia divina, fundó una nueva congregación que se dedicara a escuelas y orfanatos.
Todo fue rápido: la fundación, la extensión de la misma y los votos de la fundadora, al final del año 1869. No quería recibir ayudas estatales para llevar sus obras adelante.
Todo marchaba con viento a favor, hasta que un obispo alcohólico la excomulgó y dispensó de sus votos a 47 hermanas. Al final, pidió perdón por sus actos y le quitó la excomunión a María.
La santa Sede envió una delegación para que estudiara el tema. La conclusión fue favorable a ella.
En 1873 fue a Roma para ser recibida por el Papa. Este le concedió a la nueva congregación hacerle algunas pequeñas modificaciones, como por ejemplo, tener una superiora general y que no fueran tan severas en el voto de pobreza.
Los obispos que le atacaron tanto se dieron cuenta de que era obra de Dios. Todos, tanto católicos como protestantes, alababan su obra caritativa en favor de los pobres.
Y aunque algún que otro obispo no la entendía, siempre tuvo desde 1885, el apoyo de Roma.
Al elegir nueva superiora general, María se dedicó a visitar las casas de Nueva Zelanda.
Cuando murió esta superiora, ella dirigió de nuevo su congregación hasta su muerte.
Su obra está extendida por muchos países, y se dedican a la educación de las chicas.