Santa Josefina Bakhita
Religiosa, 8 de febrero.
Significa “la que se crece”. Viene de la lengua hebrea.
No hay que humillar jamás a los miembros de un pueblo porque los dirigentes cometen o han cometido actos inhumanos. Sin dejar de lado la lucidez necesaria para analizar los acontecimientos, tenemos que descubrir que la confianza es una condición previa para la paz sobre la tierra.
El ejemplo de esta joven viene en perfecta armonía con las palabras primeras.
Por arte de la Providencia, es chica pasa por distintas vicisitudes en su vida. Era una esclava en toda regla.
En una de.
Josefina Bakhita, Santa.
las última ventas que hicieron de su persona, le tocó en suerte a un buen señor de Génova.
Intento que se cuidara de su hija como criada. Cuando la dejaron al cargo de su hija por motivos de un viaje, la joven africana del Sudán lo hizo tan bien que la hija no echó mucho de menos a sus padres.
Iba con la niña al colegio de las monjas canosianas de la ciudad.
Y fue en estas continuas visitas en donde le entró su vocación de ser religiosa.
A los 12 años recibió el bautismo. Tan contenta se puso que, incluso se cambió su nombre por el de Josefina.
Era un prueba de agradecimiento a Dios por haberle concedido tantos bienes y, sobre todo, el bien de la fe que había recibido en Génova al contacto con esta familia.
Pasó su vida religiosa haciendo los trabajos más humildes pero – eso sí – hechos con total amor y entrega a las hermanas y a las personas que gozaban de su presencia.
Sus virtudes heroicas y su generosidad forjaron su personalidad de tal modo que todo el mundo la quería como a una verdadera amiga y madre.
En el año 2000, Juan Pablo II la llevó al honor de los altares.