Irma, Santa
Virgen, 24 de diciembre
Etimológicamente significa “ grande, fuerte”. Viene de la lengua alemana.
Dice el Eclesiástico: “ Los que adoráis al Señor, esperad bienes, alegría perpetua y misericordia”.
Fue una virgen del siglo VIII.
No hemos unido el nombre de Irma al de santa Adela.
Dice la tradición que eran hermanas e hijas de san Dagoberto, rey de Austrasia.
La descendencia real de las dos hermanas no es demostrable ni nunca se ha hecho.
Esto, sin embargo, no quita méritos a santa Adela. Su hermana Irma, sea o no hija de Dagoberto, reviste una similitud grande al de su hermana en un país que, entre el siglo VII y VIII, era todo fervor en la iniciativa misionera y en la fundación de monasterios.
Dice la tradición que estaba prometida con el conde Armiño.
Pero el novio murió antes de que contrajeran matrimonio.
Tan triste se quedó que decidió, guiada por Dios, entrar en un convento benedictino.
Y como tenía dinero, ella misma fundó un monasterio, el de Oeten, del que llegó a se superiora o abadesa.
En su trabajo apostólico le ayudó mucho a san Bonifacio, patrono de Alemania, y a Willibrordo, un monje inglés.
Todas sus hermosas cualidades humanas y cristianas las puso de manifiesto cuando una peste horrible sembró de muerte el país. Todos trabajaron por desarraigarla. Irma murió en el año 710.
“Nadie alcanza una rica posesión sin osadía” (Siro).
¡Feliz nochebuena a todos/as!