San Felipina Rosa
18 de noviembre
Etimológicamente significa “ amante de los caballos”. Viene de la lengua griega.
El amor de Dios que ha sido depositado en cada uno de nosotros es como un tesoro precioso. De este tesoro puede brotar una fuerza de compasión que dura toda la vida.
Esta chica nació en Grenoble, Francia en 1769 y murió en el 1852.
La condición revolucionaria e iluminista del padre no hacían presagiar que de este hogar brotase una vocación para la santidad.
Gracias sus ideas claras acerca de la moral y de la vida religiosa vivida en un ambiente hostil, se forjó su personalidad cristiana.
Pero Dios hace cosas incomprensibles para los humanos. El padre, a pesar de ser como era, cuando la hija le presentó el problema de que quería consagrase a Dios a sus 17 años, no le opuso resistencia.
Entró en el convento de la Visitación. Cuando iba a pronunciar sus votos solemnes, el padre sintió ternura y pena de que su hija no estuviera a su lado.
Como persona metido en política, sabía que la Revolución estaba por estallar. Y temía por su hija.
Ella aceptó el consejo del padre. Prorrogó sus votos hasta los 24 años pero quedándose en el convento.
En 1791 la situación política empeoró de día en día. Las monjas de la Visitación tuvieron que dispersarse.
La joven Felipina tuvo que buscarse un trabajo en otro sitio. Se convirtió en el consuelo de los encarcelados en la ciudad y en animadora de la damas de la Misericordia y en restauradora de la Visitación.
En este tiempo conoció a otra santa, Magdalena Sofía Barat. Se unió a ella para dar vida a una nueva congregación religiosa: La Sociedad del Sagrado Corazón de Santa Magdalena Sofía de Barat.
Sus ideales de irse de misionera pudo llevarlos a cabo en 1817. Fundó varias casas No estuvo mucho tiempo porque la salud le falló.