Santa Elena de Skovde
Viuda, 31 de julio.
Significa “resplandeciente”. Viene de la lengua griega.
Nos damos cuenta de que en la vida de la fe, Dios tiene sus caminos y sus maneras. Mira sólo el amor que derrochemos por su causa.
Esta chica quedó muy pronto viuda. Más que hundirse en la depresión, se puso en seguida en plena actividad repartiendo limosnas (era de familia rica) y planificando la construcción de una iglesia, que no existía en la ciudad.
Al morir su yerno, la acusaron a ella de haberlo asesinado. Para olvidar ese ultraje a su persona, se fue en peregrinación a Tierra Santa. No fue un viaje de placer. Se quedó allí cuatro años.
A su vuelta, se inaugura la iglesia. Y en este feliz día en que podía ver, por fin, el templo en Gotene, alguien malintencionado la asaltó y le dio muerte el 31 de julio de 1160.
Cuenta la leyenda que un ciego, acompañado por un niño, recobró la vista al contemplar un rosal iluminado vivamente.
Era el lugar en el que había caído asesinada Elena, a una distancia de unos cuantos kilómetros de Skovde.
De ese lugar brotó una fuente de agua. Gracias a este milagro, todo el mundo le llama Elins Kalla.
En 1596, el arzobispo luterano Angermano mandó que se enterrara la fuente.
Todo fue inútil porque el agua siguió saliendo de la misma forma.
Al lado mismo de la fuente había una capilla dedicada a la santa. La iglesia que ella mandó construir, la devoró el fuego.
Entonces empezó la reconstrucción. El pueblo entero pedía que los restos de Elena descansaran para siempre en la iglesia de Skovde. Hoy, en la vigilia de san Juan, va mucha gente a a visitarla, sobre todo los enfermos."