Santa Efentrude
Abadesa, 30 de junio.
Significan “¿que sonríe, risueña?”. Viene de la lengua alemana.
¿Surgirá una duda? El deseo de Dios no se desvanece por eso. Cuatro siglos después de Cristo, un creyente escribía su certeza:""Si tú deseas ver a Dios, ya tienes fe"".
Erentrude. Murió en Salzburgo, Austria, al principio del siglo VIII.
Había llegado del país de Worms (Palatinado), al igual que su primo Ruperto, obispo de Juvanum.
Era también su padre espiritual. Fundó, bajo la dirección de su primo, un monasterio de mujeres del que ella fue la primera abadesa.
Cuando Ruperto estaba en el lecho de muerte, Erentrude se llenó de lágrimas, y rezaba así:""Reza para que parta contigo. ¿Qué voy a ser yo cuando no estés ya aquí, privada de mi director espiritual?"".
El obispo, con la mejor de sus intenciones, no le prestó atención en un principio.
Poco minutos después cambió de opinión, una vez que estaba ya en el paraíso.
No obstante, la joven murió pocos meses después.
Fue este mismo santo el que, con todo acierto, cambió el nombre de Juvanum por el de Salzburgo (ciudad de la sal) en recuerdo de las salinas que él mismo había creado para el bien de los ciudadanos y de todos los alrededores.
Los hombres, cuando hacen oración, difícilmente cambian o abandonan la vocación a la que Dios les ha llamado.
¿No será un signo claro deque hoy se reza poco dado el número ingente de personas que abandonan el matrimonio o la vida religiosa? Es cuestión de pensarlo."